Cuando se avecina algún acontecimiento importante, es costumbre empezar a preocuparse por el atuendo que vamos a lucir.
Se acercan unas elecciones y algunos se han apresurado en preparar un traje hecho a medida para que ETA luzca bien para esas fechas.
Y puesto que la extorsión es un negocio muy lucrativo, se pueden permitir hacerlo de marca, Sortu.
Siendo famosos los invitados a esta fiesta, la prensa se ha apresurado en hacerles la debida publicidad y en dar a conocer los detalles de la indumentaria.
Dicen algunos que deben repudiar la violencia, tanto anterior como posterior, que no formalmente, sino materialmente, emanciparse de la banda,……
Todo esto no es más que fijarse en si el botón de la chaqueta está más arriba o más abajo, es fijarse en el continente cuando ya sabemos cual es el contenido.
Que este nuevo partido de la izquierda abertzale es parte de la vieja ETA, es evidente.
No puede ser suficiente el repudiar la violencia para poder aspirar a entrar en las instituciones. El Ministerio del Interior tiene la responsabilidad de recabar toda la información posible para poder argumentar que Sortu no es más que ETA vestida para la ocasión.
No podemos permitir que una parte de ETA entre en las instituciones por la puerta falsa, mientras sus compañeros continúan activos en su entramado terrorista.
Javier Díaz
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